Aprehensión de gesturas, rasgos o aspectos. Surgen las conjeturas y la figura que está ante nuestros ojos toma un carácter y hunde la presencia formal, de lo habitual, hasta definirlo en un semblante familiar; si bien, no conocido, timbra la incertidumbre de haberle visto antes.
Las piezas que están a punto de ser deleitadas son logradas por la ilustrada imaginación de Germán Suárez-Béjar. Síntesis de su temprano trabajo que, en un lapso notable de tiempo, está alcanzando una maravilla abundante de acervo en calidad, frescura y variabilidad. No por nada el recorrido emprendido en la exhibición es abrazado por reflexiones filosóficas, modalidades personales o principios, ya sean éticos o morales, que la sociedad ha ido estableciendo y que el artista plasma con expresividad pictórica y emoción plástica.
Sus piezas irrumpen a lo interno, quizá sus orígenes capitalinos lo alientan a ser siempre íntimo en el discurso de sus conceptos. El viajar por la república lo ha llevado al disfrute de un perfil apacible, sereno, introspectivo, que contrasta con la exuberancia de sus pinceladas untuosas. Se desenvuelve en diversas expresiones que lo terminan perfilando como artista multidisciplinario: Técnica que toma, técnica que domina. Le ha permitido desplazarse en la escultura, la cerámica, el dibujo, el pirograbado, la ebanistería y más técnicas. Tal prodigio ha permitido moverse a través del gremio de pintores y escultores como Ricardo Motilla, Sergio Garval, Rocío Caballero, José Parra, Andrés Alarcón, Carlos Larracilla y Eliseo Mijangos (con quien fue su último discípulo). Todos con quien, en su ímpetu por siempre aprender, se ha impregnado de sus técnicas y legados.
La exposición es, sin duda alguna, una síntesis de su retrato, se revela su temperamento, vislumbra su filosofía de vida. El cómo sus ojos ven al mundo han hilvanado un rico acervo pictórico. La manera en que él ha ido expresándose, explayándose, proponiendo su paleta de colores, texturas, conceptos, sus teorías compositivas; han dado la primicia de lo que será, en un futuro, un enorme talento en el mundo artístico mexicano.
David Olso Fernando Becerra González